Parecía algo casi imposible, algo que ya llevaba rondando en la cabeza, pero que por miedo, por no saber hacerlo, por no saber que decir, jamás pensé llegara este momento.
Ha sido un nacimiento trabajoso, porque esto obliga, y uno no está para muchos ratos de ordenador, de noctambulidades, en la que los ojos pueden más que la voluntad propia.
Pero al fin salió la criatura, esa que espero crezca en la libertad que siempre he añorado para mí y para el mundo, esa libertad límpida, sin mancha original, esa libertad que aún nadie ha sido capaz de terminar de definir.
Espero que cuanto aquí exponga, interese más que soliviante, haga pensar, más que enfadar, mueva conciencias adormiladas, más que despertarlas de sopetón.
Un saludo desde la frescura de la noche, compañera infatigable de mis pensares, de mis cabilaciones, de mis conciencias e inconsciencias y sobre todo amante apasionada que me adula y me recoge antes de, tras un fresco beso, mandarme a descansar mi cerebro apabullado.