jueves, 10 de mayo de 2012

LO POQUITO SI ES BUENO DOS VECES BUENO

Feria de Jerez. Calor a reventar. Un miércoles de vacíos en el Real. Las casetas a medias. La crisis se deja notar.

Voy con mi familia a dar el vistazo de todos los años, buscando algo diferente, principalmente las fachadas de las casetas porque el alumbrado ya nos habían dicho por activa y pasiva que este año sería algo más sencillo, cuestión de ahorros. Desilusión absoluta y para colmo una hartá de calor. Así que tras el paseo de media hora, a la caseta de mi hermandad. ¡ Uy, perdón !, he dicho mi hermandad cuando quería haber dicho la hermandad.

Gracias Paco, y gracias a toda la gente buena que tienes sirviendo las mesas (porque a las de la barra no tuve ocasión de tratarlos, pero que supongo igual) gracias por guardarme aquel rinconcito donde refrescarnos con la que estaba cayendo desde los cielos.

Unas cervecitas con mi mujer y refresquito de mi hija, unos aperitivos mientras esperábamos la llegada de mi otra hija, comentarios, bromas, y una vista general al paseo y al interior de la caseta.

! Que buen sitio nos diste Paco ¡, para no aburrirse. Como le gustaba a mi padre, "el córner".

Dos cervecitas, un salpicón de marisco, unas gambitas unas exquisitas papas aliñás. ! Que rico todo ¡ y mi hija que no llega, los malditos taxis está haciendo el agosto.

Pues nada, una botellita de Tio Pepe, un brindis por la salud y un poquito de jamón para hacer más grata aún la espera.

Seguíamos en nuestras conversaciones, la caseta poco se iba llenando lentamente, y en una de las visuales, veo que llega una importante persona, una persona que en otros tiempos no hubiera tardado un segundo en acercarse a saludarnos antes incluso de que me levantara. Pero no, en esta ocasión no fue así, y claro yo tampoco hice el ademán de ir, pues visto lo visto en uno de los días grandes, donde dio la espalda a mi familia, era lo de menos que me esperaba.

¿Hablo de espera?, claro, es que le esperaba aquel elemento donde más le gusta practicar su deporte favorito, "la barra", desde donde oteaba el ambiente y lanzaba furtivas miradas a la mesa familiar, mientras que con otras personas llegadas con posterioridad, quizás, y digo quizás, visto lo visto y oído lo oído, andarían de comentarios.

Pero nada, nosotros a lo nuestro: A disfrutar y a seguir esperando que el dichoso taxi recoja a mi hija.

Pues nada, otra botellita de Tio Pepe y en esta ocasión con su correspondiente cubitera para que no se caliente. ¡ Ole, por aquellas chica tan simpática !

Y ahora un poquito de quesito, y ya no aguantamos más. Dos calditos, un gazpachito y para después una carrillá.

No dio tiempo a mirarla, mi hija había llegado y como por arte de magia se perdió aquel primer plato. Pues nada se pide otra y punto.

En ese intervalo, como imagino que la tortícolis de alguien se aventuraba cercana, cambia de posición y toma el córner contrario, para facilitar la visión, mientras no paraba de beber y comer junto a la compañía.

Y ahora toca el pescaíto, que me dice mi hija que el adobo está exquisito. Pues adobito y gallito para el cuerpo, Mientras tanto, nosotros seguíamos a lo nuestro: ¡ A disfrutar en familia !

A eso que se nos incorpora una amiga de mi hija con su novio, con una jarra de rebujito medio vacía, la cual le retiro de la mano y les pido una nueva fresquita.

Las bromas, las fotos de cachondeo y de rigor, dieron paso a conversaciones musicales y auxiliadoras. Mientras tras el almuerzo, nuestro y de otros, tocaba el whiskicito para mí y para otros cosa similar que hartos de estar de pie y pasar calor en el interior, buscaban, dándonos la espalda, el fresco del exterior bajo los toldos. ¿Dónde quedaban aquellas palabras, gestos y ratitos de meses atrás, me preguntaba?. Pero no quería que nada empañara aquel gran momento que estaba pasando con mi familia, con la que es mi prioridad más absoluta y para celebrarlo, otro whiskicito.

Salgo con mi pequeña unos minutos, paso por delante y, lo siento, ni por mi parte ni por parte de la mesa un gesto.

Tengo que buscar sitio con actuación flamenca para las chicas que esa misma tarde llegaban de Oviedo. Aquellas chicas a las que en gran medida les debo la vida.

Al regreso, me doy cuenta que hemos estado 5 horas en la "caseta de la hermandad". ¡ La cuenta, que se me hace tardísimo !
Pagamos, dejamos el correspondiente y merecido bote y agradezco a Paco y su gente la atención recibida para con mi familia. Eso sí  Paco, no estaría de más una jarrita de café o un bracito de esos baratos, para los postres con unos pastelitos pequeñitos, ya conocí caseta que así lo hacía, no es caro y ya quedas como un Rey.

En fin una gran mañana de Feria que a la noche se redondearía junto a mi hermana y las amigas ovetenses: Ascen, Belén, Ana, Marta y Masun.

Espero volver el domingo, para disfrutar del paseo de caballistas, en especial junto a mi pequeña, tal como hiciera conmigo mi padre.

¡¡¡¡ FELIZ FERIA DEL CABALLO 2012, A TODOS AQUELLOS QUE SIGUEN ESTE BLOG !!!!!
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