martes, 11 de abril de 2017

MEZQUINDAD

La mezquindad humana
esa que es cardo que hiere las entrañas,
esa que como hiel hace la boca amarga,
esa que pareciera ser tan fácil de propagar
como plaga de langosta
queriendo devorar hasta las raíces
de la amistad más larga.

Pero que haya seres mezquinos
porque así en su vida lo cultivaran
como amargo vinagre
que tiene que hacer la de otros
igual que las suyas, de amargas,
es una sinrazón que no hay razón que valga
para hacer estas cosas,
que a nada llegan, cuando es la sinceridad
de amigos, la que con la verdad habla.

Pero cuan grave es esa mezquindad
cuando viene de los que con golpes de pecho
cristianos se llaman.

Pero Dios y Su Hijo Jesús Misericordioso
les perdonarán esas culpas y faltas
y le harán ver en sus propias carnes
la vida que llevan tan equivocada
por conseguir, nada de nada.

Ojalá algún día, la Niña de tez rosada
les ilumine y les enseñe
lo negro que hay en sus almas
para poder antes de que acaben sus días,
corregir el daño, y la mezquindad
que con hondas raíces han plantado
en sus entrañas, en sus yermas vidas,
que por minuto que pasa,
les irá guiando a un camino
que bien pronto que tarde,
quizás se les acaba.

Y aquellos que a leer no aprendieron
y mienten más que hablan,
quizás llegue el día en que
sean pagados con sus mismas
obras y palabras.

Tiempo al tiempo,
ese que pone a cada uno
donde en verdad les tocara.
Entonces en el camino
nos encontraremos…
Ya veremos quien la frente agacha.

Un saludo a esa gente falsa.

Que Dios les perdone.

UN LUNES SANTO ¿DIFERENTE?


Lunes Santo, pero no otro cualquiera.
Lunes Santo como aquellos tantos
en que me fajé y bajo tus plantas
fui un soporte más
para ayudarte a llevar,
de tu alma, tu pena.

Lunes Santo extraño,
donde sabiendo que no estaré
allá donde quisiera,
como otros tantos
que bien junto a tu lado,
bien desde fuera
así lo quisieran.

Porque ahí abajo,
cerquita de Ella,
es donde el cielo
se hace luz eterna.
Luz que nos invade y llena
de su amor, de su pureza,
de su inocencia de niña
que en Belén viera a Dios
venir a esta tierra,
sin saber que algún día
la maldad del hombre que la puebla,
le haría seguirlo detrás,
viéndolo con la cruz de nuestros pecados a cuestas.

Lunes Santo quizás como otros.
Pero no, no será, porque así
Dios y el hombre quisiera.

Este año, faltará junto a ti
con su túnica una nazarena.
La que llevando el amor que te profesa,
la devoción por bandera
durante 27 años así lo hiciera.

Este año junto a las tuyas,
en fragua de cristal
se fundirán
para ser junto a las tuyas,
una lágrima más de tristeza.

Con tu mismo nombre
desde que al mundo viniera
y sobre tus manos posé para que fuera
hija tuya desde la cuna
hasta que la llame Tu Hijo,
Misericordia eterna.

Pero  irás bien guardada
desde los adentros
y afuera, porque este año,
otro año más irán a tu vera.
Mi niña y mi niño,
Carmen y Miki
siendo luminarias tuyas
por las calles y plazuelas.

Y desde abajo,
quien este año,
más que nunca
su corazón traspasa
como si el tuyo fuera.
Será tus pies bajo aquella trabajadera
como el Viernes madrugada
con la horquilla en su diestra
bajo tu manto buscará
tu protección y consuelo
en este Valle de lágrimas
que es nuestra jerezana tierra.

Otros y otras, no estarán a tu vera
por aquellas cosas de la vida
que bien sabes tú
cuáles fueran.

Pero bien sabes Madre,
que aquí, allá o donde Dios quisieras,
mi amor de hijo
siempre estará a tu vera,
porque esa carita de niña
me tiene atao a ti
hasta que así Dios Padre dispusiera.

Y aquí mis recuerdos
para los que junto a ti subieran.

Mi madre, mi padre, todos los míos
y entre los míos, mi “hermano” Miki
quien por años bajo tus plantas
su amor te transmitiera
con esa Humildad y Paciencia
de hijo que bien sabe
como se ama a una Madre
y a su Hijo en el Cielo y en la Tierra.

¡Feliz estación Hermanos¡,
en este Lunes Santo,
que pareciendo diferente
os lleve en vuestra penitencia
hasta el confín de las estrellas
donde vive por siempre
Nuestra Madre Candelaria
Nuestra niña llena de fulgurante

y blanca pureza.