Haber por donde empiezo..................
Ya sabéis casi todos que tengo 51 años y que vivo casado con dos preciosas hijas.
No sé si sabréis que llevo 31 años con la que ahora es mi esposa y que ella está incapacitada.
Pues bien mira por dónde, este año íbamos a hacer un viajecito distinto, sin mi esposa, sí con mis hijas y por primera vez con mi hermana mayor.
Pues lo dicho, dos diitas intensos y reventaos pero gozosos y.... para casa.
Quedaba en el olvido el viajecito-familiar-diferente.
Pero no se sabe muy bien porqué...
¿He dicho Porqué?
!Ostras¡ el primero.
Pues nada el 1 de Septiembre muy tempranito para arriba, con la ilusión por las nubes, pero con una cierta tristeza. ERA LA PRIMERA VEZ QUE DEJABA A MI FAMILIA EN JEREZ, aunque he de agradecer la comprensión encontrada por mi familia y el empujón de moral que mis dos hijas y mi esposa me habían dado.
Cáceres, Salamanca, Zamora, León y por fin Oviedo.
Momentos de dudas, ¿que hacer?, mientras veíamos como justo al lado, bajo unos escalones, justo al lado, había montada una carpa y a unas chicas que habían llegado les habían colocado una mesa afuera de la carpa al aire libre.
Pos ya está, me dije, y sin más pedí al camarero que hiciera lo mismo para nosotros dos, cosa que hizo presto.
Primero que ná una botella de sidriña, "donde fueres haz lo que vieres" y allá estaba este "buen señor" escanciando con arte, tal como haría uno de nuestros venenciadores, aquel espumoso caldo, justo al limite del "culín".
!Qué bueno estaba aquello¡ Un sorbo, dos sorbos y a llenarrrrrrrrrrrrrrrr y de nuevo este señor escanciando, momento foto.
!Guiri, guiri, jajajajajajajaja¡
Mientras a las chicas de al lado se le habían ido sumando más aún, ellas unas con sidra otras con vino, departían sentadas entre sillas y escalones, como esperando aún más gente.
La carta, ufffffffffff, el dilema de siempre, lo que me gusta, lo que no, lo que le gusta a mi hermana, ufffffffffffffffff, toma decide tú, no lo que tú decidas, ufffffffffffff.
Al final unos gambones a la plancha y una carne al no se qué, algo raro pero que sonaba autóctono.
Mientras, las chicas seguían departiendo y comentando sobre el olor a marisco que les llegaba, mientras una de ellas, le decía a otra, ¿no has visto el plato que ha paso por delante de nosotras?. Un lujazo de plato, la verdad sea dicha.
Con cierta fruición, deleitamos aquellos gambones perfectamente salados, acompañados de la sidriña, que poco a poco iba acabando su corta vida dentro de aquella botella verde.
Justo en el momento en que nos llegaba la carne, aquella botella murió y el buen camarero que nos atendía, amablemente nos preguntó ¿otra botellina?... pues sí claro que sí, para alegrarle el cuerpo a los gambones, a los que ya daba cuenta los jugos gástricos, con el consiguiente aumento del colesterol....!pero qué leches¡.
Al momento el camarero nos trajo la segunda botella y nos llenaba los vasos, que ya se sabe que no se puede tener mucho tiempo al aire.
Tras una rápida inspección a la carne, que parecía algo crudita, pero pensé que sería la forma de cocinar el plato, me apresté a remojar el gaznate y a probar aquella ternera....
Unos mordiscos, unas salivaciones, más mordiscos y para adentroooooooooooooooo...........................................................................
AHÍ EMPEZÓ TODO, SEGUIRÁ LA SEGUNDA PARTE.