Desvelos nocturnos, preocupaciones diurnas, un nombre en especial en la boca, un nombre especial clavado en mi cerebro, sin poder mentar, sin poder sacarlo de mi entorno familiar.
Menos mal que tengo a mi amigo, mi blog, ese que nunca dice no a ninguna palabra, ese que nunca me dice que no he dicho, ese que siempre tiene memoria, mientras duren los gigas (jajajajaja), para desahogar, vaciar un poco esta cabeza que duele por querer reventar.
Que malo es ver que haya seres humanos, por llamarles de alguna manera, que hacen lo que hacen y dicen lo que dicen, pensemos que de forma inconsciente…. porque, si fueran consciente, sería para pensar que dejaron de serlo para convertirse en alimañas, que disfrutan haciendo un daño, desde la atalaya donde otros le hemos colocado.
Que malo es el poder y si es jerárquico, egocéntrico, protagonista, ni os cuento. "O conmigo o contra mí", que se rodean de no sé que tipo de personas, que en sus ansias de poder, mascullan desde abajo al que se sienta en el sillón, sin saber quién es el más bufón, si el sentado o el que se esconden entre las patas del sillón, amparado en una falsa identidad y modestia, sin personalidad alguna, tan solo con el afán de que a quien sentaron en el sillón, les siga protegiendo entre sus calzones.
Mientras, alrededor, una cohorte de vasallos interesados en sus posesiones y en incrementarlas, van riéndoles las gracias y dando un Sí a todo a su señor, ese que les da cuanto necesitan (bebida, comida, cargos), eso sí, supeditado siempre a la mayor de las obediencias, pues de lo contrario, estarán siempre ahí los consejeros debajo del sillón para decirle qué decir, cómo decirlo y cómo actuar.
Y muchos, viendo, oyendo, comprobando y corroborando, las tropelías del "señor de la poltrona", sin poder abrir la boca, viendo como el reino establecido entre nubes de algodón y efluvios alcohólicos, va blanqueando el sepulcro en que desde tiempo el reino está enterrado.
Y a seguir callado, porque a lo mejor te expulsan hasta de aquel rinconcito que en los arrabales te habían dejado.
Mientras el vulgo vive en su propia fantasía, agradecido e interesado tan solo por, como dice el chascarrillo "por Dios déjame como estoy".
¡Qué malo es ver, con los años de experiencia, como aquello que tanto costó levantar por el vulgo, ahora los señores que no se mancharon las manos, vengan a derribarlo!, eso sí, con mucho sigilo y, vuelvo a repetir, que espero que con inconsciencia, o quizás con desconocimiento, sin darse cuenta que quizás, los que se esconden entre sus faltriqueras sean los que sí, que con conciencia, le quiten el día de mañana de su sillón, pues ya consiguieron lo que querían, o incluso, en lugar de quitárselo, tan solo se conformen con ocupar un lugar en una de sus rodillas, así de esa manera, el vulgo, como el que aquí escribe, siga dirigiendo sus críticas al "señor" y no a los "niños buenos", que juegan alrededor del sillón a sentirse poderoso.
Pero si cabe y quizás sea lo peor, es que "el señor", no parecía y así incluso lo creo, mala persona, son quizás, otros, los otros, los que amparándose en esa blanda personalidad, los que le estén haciendo adoptar unas posiciones que para nada se le esperaban, cuando fue "puesto" por el vulgo, para dar un giro real al salón del trono.
Se me viene ahora a la mente un cuento, que viene como anillo al dedo a este respecto y que aconsejo a quien se quiera identificar con estas pobres letras, si es que tiene suficiente comprensión para entenderlo, que lo lea: "EL TRAJE DEL EMPERADOR".
En fin, seguiré sintiéndome indefenso, con noches de insomnio, quizás como muchos otros, sabedor que estas palabras serán tomadas a risa y guasa, tan solo nos queda pensar que la justicia más tarde o temprano llega y para este caso, una de refranes: "QUIEN RIE EL ÚLTIMO, RIE MEJOR", "A TODO CERDO (con perdón) LE LLEGA SU SANMARTÍN", aunque los mencionados dirán para tranquilizar al "señor": A PALABRAS NECIAS, OIDOS SORDOS", a lo que yo le respondería: "LA VERDAD SOLO TIENE UN CAMINO".
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