lunes, 23 de enero de 2012

SIGUEN LAS ETAPAS

Desde que me eché a mi imaginario y voluntario camino, en soledad y silencio, al menos las noches parecieran ser algo más tranquilas.

Las estrellas, iluminan mis oscuridades y raras son las veces en que los ruidos atormentan mi sueño, aunque otra cosa es el amanecer y el atardecer.

Por las mañanas, ya cuando uno se ha quitado las lagañas de los ojos, sin querer empiezan a pulular desde las oquedades de las piedras, pequeños diablillos que intentan empañar mi tranquilo caminar. Pero no hay en estos momentos nada ni nadie que me incomode y me distraiga en mis pasos, ya quisieran ellos, pues por más altos que gritan, pareciera que mis oídos más se cierran. Dos gritos, dos barbaridades, dos carcajadas en sus caras burlescas y se van por donde vinieron.

Ya a la tarde, algunos lobos aullan, no sé si queriendo indicar que están ahí, hacerse notar o para meter miedo.
Pero de igual manera, los alejo de mis pensamientos, de mis oídos y todo se acaba rápidamente. Jamás pensé fuera tan fácil luchar contra estos indeseables.

El silencio, la soledad mis mejores amigos después del que siempre me va dando conversación en mi interior. Pocas veces se calla y me va guiando y diciendo por dónde ir, qué senda coger, a qué prestar atención y sobre todo a mirar el paisaje, más que al arbusto que pretende robarme el horizonte.

Pues ya veis amigos míos, yo sigo a lo mío, como otros, siempre me fue bien así, pues quien no me quiere a su lado, al igual es que yo tampoco le necesito, aunque según se suele decir, todos son necesarios, todos, unos para conocerte y otros para conociéndolos a ellos, extraer lo bueno y desdeñar lo malo y aquellos que no quieran ofrecer nada, al menos yo seguiré mis pasos con la camisa abierta al sol y a los malos vientos y mis oídos siempre alerta, para discernir entre las palabras diabólicas y los aullidos desoladores.

Sigo, un pie delante del otro, que de eso es de lo que se trata.

domingo, 15 de enero de 2012

EL SILENCIO Y LA SOLEDAD O LA TRAVESÍA DEL DESIERTO

Entre tantas cosas como me han enseñado los seres humanos con los que, a Dios Gracias, he coincidido en mi vida, unas buenas y otras no tantas, pero todas necesarias para conocer y conocerse, alguien me enseñó que en ocasiones es bueno el silencio, la soledad, la travesía del desierto.

Hasta nuestro Maestro, nuestro Guía, hubo de pasarla, buscar en el silencio y la soledad su "Yo" interno, analizar y analizarse.

No pocas veces me he visto en esta necesidad, hasta buscarla fuera de nuestras tierras, de ahí la importancia que muchos damos al Camino de Santiago.

Es salir de la rutina, del ruido de voces de dentro y fuera de nuestro entorno.

Siempre he creído en que hay momentos en los cuales hemos de ser valientes y saber cuándo uno ha de callar y andar en soledad, pero claro hay quienes, creyéndose valientes, conformistas con lo que son y tienen, prefieren el ruido que acalle la voz que desde dentro les habla, antes que, realmente experimentar la oscuridad del túnel, de noches en vela, la falta de provisiones y el frío de suelos embarrados, en el deseo de ver la luz al final del túnel, las noches estrelladas y sonrientes, el zurrón lleno de viandas, los suelos secos, en definitiva un camino que en el reinicio del mismo nos ofrezca un amanecer esplendoroso y un ocaso inconmensurable, sabedor que, como es costumbre en el Camino, quemaremos nuestras ropas, nos desprenderemos de todo lo inservible y nos quedaremos tan solo con aquella morada del alma, el cuerpo, y tras unos minutos de silencio y reflexión, quizás los últimos por el momento, nos meteremos en las aguas purificadoras, como metimos nuestras viejas ropas en el fuego, también purificador, para salir con las fuerzas renovadas, limpios por dentro y por fuera, con una verdad cierta: Siempre estará ahí el desierto, el camino, el silencio y la soledad como bálsamo que nos alivie el alma, mientras otros, por desgracia, no han querido experimentarlo, prefiriendo vivir en su vida de ostentación e hipocresías, creyéndose amparados por el rebaño.

Pues bien, hay formas y formas de recorrer ese camino de silencio, ese camino que os he comentado, y yo ahora, en la imposibilidad de poder volver a mi amado Camino de Santiago, me he propuesto empezar un camino de ausencias, silencios y soledades, pues además, me viene de perlas, ahora que tanto se habla del fin de un ciclo, de la regeneración, yo por mi parte, pondré ese granito de arena, intentando que el 2012, sea el de mi camino regenerativo en la búsqueda de lo realmente importante, dejando, como hacemos los peregrinos en la Cruz del Ferro, a modo de símbolo, la piedra de nuestra vida anterior.

No sé si conseguiré mis objetivos, mis metas, pero ¡qué bonito es el intento!, ¡cuánto se aprende a cada paso que se da! y si no conseguimos llegar al final, que más que final es comienzo, siempre habrá quien nos dé la palmada en la espalda, ese peregrino que siempre me acompaña a cada paso, ese, que siempre aparece en el recodo del camino, para aliviarte con unas palabras, con un sorbo de agua, ese que jamás abandona: Mi buen amigo Jesús, al que en tantas ocasiones fallo y sin embargo Él jamás me falla.

Así que amigos, no voy a dejar este blog, ni mucho menos, él será mi diario de camino, pero sí dejaré al lado, o al menos lo intentaré, cosas que creía importantes y que ahora me parecen superfluas. Mi zurrón sólo llevará lo imprescindible, por cierto, muy pocas cosas y cuando regrese de mi travesía de mi camino, ojalá y así Dios lo quiera, muchas cosas hayan cambiado.


jueves, 5 de enero de 2012

TARDE, NOCHE Y DÍA DE ILUSIÓN


La Navidad pareciera que se nos fuera. Los días de esperanza acaban de comenzar. Esperanza e ilusión se unen en horas mágicas.

Mágica noche, noche llamada de ilusión, porque algo tiene este día, esta noche y madrugada, que hasta a los corazones más duros, los ablanda, los hace retraerse, encogerse, como queriendo volver a aquel corazoncito chiquitito que palpitaba con fuerza, queriendo escapar del pecho, mientras veía por las calles de Jerez el paso de los Reyes Magos, mientras desde su garganta salían voces de algarabía llamando a su Rey Mago preferido.

Pero en esta noche, quienes hemos crecido, por la magia de la noche, volvemos los ojos, el recuerdo hacia detrás, queriendo rescatar aquellas noches de insomnio, de ilusión y nerviosismo, en la espera de las primeras horas del alba, en la que las caras de nuestros hijos e hijas, nos sorprendían cada año, con un gesto diferente pero siempre lleno de inocencia e ilusión por la magia hecha realidad en pocas horas.

Cómo han cambiado los tiempos, ya cada año, pareciera que el materialismo va matando la ilusión, la magia, la inocencia en definitiva con la connivencia de los mayores, como si estuviera de sobra algo tan importante en nuestras vidas como son la ilusión, la esperanza y la inocencia.

En estos momentos, se me viene a la mente aquellas palabras que Jesús dirigió a los adultos reunidos a su alrededor: "Les aseguro que, si ustedes no vuelven a ser como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los Cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí."

Quien escribe, que ha tenido la inmensa gracia de personificar a Melchor en varias ocasiones y habiendo pasado por mis rodillas más de 7000 niños, os puedo asegurar que la ilusión del niño, solo los adultos son capaces de matarla. De ahí que para aquellos que estamos en el camino para ser cristianos, aquellas palabras dichas por Jesús tengan más importancia si cabe.

No cambio, y de la misma opinión serán muchos padres y madres, las caritas de mis hijas, hasta hoy en día en que ya son mayores, cuando se levantan y ven los regalos de Reyes. !Cuántos años disfrutando¡ !Cuántas experiencias nocturnas y diurnas¡ Gracias a Dios, sigo impulsando esa misma ilusión cada noche de Reyes.

Por favor, no matemos la ilusión, en esta noche en este día regémosla y tengamos siempre presentes a aquellos niños de todo el mundo, que no conocen a los Reyes Magos, que no conocen la ilusión de esa mágica noche. Un recuerdo especial para los hermanitos de mi ahijado, aquellos pequeñines que en el país del Rey Baltasar, ya eran felices con unos globos. !Cuánto podríamos hacer entre todos por ellos, con tan poco¡, ¿Cuántos padres estarán tristes hoy por no poder hacer realidad los sueños e ilusiones de sus hijos, mientras otros derrochamos en los nuestros? Os lo dice quien sabe de lo que habla. Ojalá para ellos, los Reyes Magos les traiga toda la salud del mundo y el trabajo necesario, para que nunca más tengan que ver a sus hijos con las caras tristes porque los Reyes Magos se ha olvidado de ellos.

MIS MEJORES DESEOS PARA TODOS, TODOS, PARA QUE LA ILUSIÓN, LA MAGIA Y LA INOCENCIA, LLUEVA SOBRE TODOS COMO LLUVIA DE DULCES CARAMELOS Y QUE LOS REYES MAGOS OS TRAIGA, MAS PRONTO QUE TARDE CUÁNTO DESEÁIS Y/O NECESITÁIS.