domingo, 19 de octubre de 2014

CAMINANDO EN LA NOCHE O PEREGRINAS DIVAGACIONES NOCTÁMBULAS

4,39 hrs. de otro domingo más o quizás no... los sentimientos, los pensamientos, las cosas revolotean en mi mente que parece descansada, más lo cierto es que aquí estoy con mis galletitas, mis cigarros y... despierto. 

Espero no me pase factura estas 3 horas de sueño, pues si el sábado fue bien completo el día de hoy no será menos... ni mucho menos.

Llevo unos días extraño, como si aventurara algo, cada día y noche me trae algo especial, algo que hace que el día no pase en balde aunque esta madrugada me despertó esas ansias peregrinas de hacer la mochila e irme sin rumbo, o sí, no sé.... pero caminar, ser yo y solo yo, ir a la búsqueda de no sé qué, pero esas mismas ideas y dudas la tuve allá en el 99 y terminé caminando.

Ojalá pudiera ahora mismo hacerlo posible, pensar que mi madrugada, pronto será amanecida y junto a mí ver mi mochila con lo escueto, esperándome que la deje caer sobre mis espaldas y ambos unirnos en un abrazo que nos lleve por aquellos caminos de Dios. Y mis botas, aquellas que han cumplido 15 años junto a mí y que aún conservan el polvo de aquél camino del 2009, ellas me traen a la memoria aquella sevillana rociera de la camisa. Mi sudadera, azul y roja, aquella que mi gran amigo o más que amigo hermano Joaquín, me regaló allá en el 99 y que tantos fríos me ha quitado, así como el chubasquero rojo y negro que me regaló... son tan pocas pero señaladas cosas, las que portaría con amor inmenso, por tal de ponerme en camino. Pero, soy peregrino en tierra de secano, peregrino que cada día, como por aquellos caminos, batalla por sendas, que si bien son conocidas, siempre están cambiantes. Así es porque el destino o Dios así lo quieren.

En mi adolescencia pensaba que cada uno traemos una misión, y ahora cada día que pasa, en el que pareciera que uno empezara a oír en la lontananza una campanilla que jamás quisiera oír, es cuando vuelven esos mismos pensamientos, pensando que dentro de poco, quizás, la misión quede cumplida, tal como cuando llegas a Finisterre y quemas tus ropas de camino y te sientes desnudo ante una inmensidad que va más allá de la unión de cielo y mar. El vacío le invade a uno y allí solo ante toda la majestuosidad de la creación, piensas si volverás a llenar o ya solo queda esperar.

¿Cuándo comienza la misión, cuándo realmente comienzas el camino? ¿Cuándo la finalizarás o donde estará tu Finisterre? Preguntas sin respuestas ciertas, pero que intuyes, como aquella campanilla. Hay que llegar a ciertos momentos en la vida en los cuales, parece como si te hubieras hecho más experto en la vida, más conocedor del camino, de tanto pisarlo que, ves más claras las cosas, comprendes mejor los porqués y las razones de porqué cuando ha de llover te asas de calor o cuando debía hacer un día esplendoroso, este amanece nublado. Es más, cuando la vista cansada, pareciera que te impidiera ver las cosas con más claridad, algo en tí te hace verlas más claras, es como si, tras una espesa niebla tuvieras la capacidad de ver a través de ella aquello que uno con su cabello casi blanquecino por los años, solo pudiera ver.

En definitiva seguiré con mis divagaciones, pensamientos o certezas, solo la mañana será capaz de discernir sobre ellas.


5,30 hrs. Se acerca el amanecer…