viernes, 20 de octubre de 2017

¿DÓNDE ESTÁ ESCRITO QUE EL HIJO DEL HOMBRE O SUS SEGUIDORES COBREN POR ATENDER LAS NECESIDADES DEL PUEBLO?



Pareciera mentira, pero es una realidad.

Cuando cada vez más voces claman por una actualización social de la Iglesia (entiéndase sus estamentos y posturas respecto a cuestiones de candente actualidad), ésta, la Iglesia jerárquica omnipresente, sí que se pone al día, como cualquier otra institución, pues cuando en tiempos de precariedad más se les necesita, solo les faltará cobrarte por asistir a misa y en ésta por confesarte o comulgar.

O te callas, o te cobro, a esto hemos llegado. La jerarquía ha de vivir en paz, sin estridencias, sin que nada moleste sus opulentas barrigas.

Dicen y así lo creo que Dios y Jesús en Él y con Él siempre están presentes. Y digo yo, ¿que pasaría si de nuevo volviese a poner los pies sobre la tierra? o al igual ya los ha puesto y le hemos vuelto a negar o a no quererlo reconocer por cuanto nos daría de latigazos como a aquellos mercaderes del templo.

Jesús todo lo dio por amor, sus palabras, sus gestos, sus milagros, todo. Pero claro la modernidad y el progreso ha llegado a la "Iglesia", mediante las tasas, cual cualquier institución que por ponerte un sellito ya te están cobrando. ¿Se trata quizás de hacer caja?... a saber.

...Es que ciertos estamentos y de ellos algunos (hijos) dan tanta guerra...  que como madre que es, la "Iglesia" pone remedio a tanta locura, pues dirían algunos "deja que la cosa no funcione o dejan que se peleen, mientras que nos den lo que nos corresponde y si quieren batalla, pues que paguen".

Jesús fue el último entre todos, y así lo hizo saber en sus palabras "Quien quiera ser el primero, sea el último", mas después de cerca de 2000 años de su pasión y muerte, aún no hemos aprendido la lección., pues vemos como quienes se llaman herederos de los discípulos de Jesús, no solo no son los últimos, sino que además hasta entre ellos, en toda su pirámide nicolaita, luchan por ascender más arriba aún.

Eso sí, saben usar las palabras de maravilla, que para algo hoy en día reciben formación universitaria, que por cierto, según tengo entendido, los "llamados a la vocación" han de pagarse, porque además luego tienen "un curro" como ahora se pregona cual oficina del INEM, que hay pocos curritos para esta  "empresa".

Jesús vivió con todos, al servicio de todos, comió lo que quisieron darle y donde fuera, durmió donde le dejaron o encontró donde reposar su cabeza, recordemos la parábola del mendigo. Mientras hoy en día vemos, cuan lejos se encuentra aquella forma de vida, de la de los actuales "discípulos".

Pero eso sí, les funciona tan bien las obras sociales, aquellas que más por la labor de otros (seglares y laicos) que por ellos mismos, dan un sustento a tanta necesidad.

Me dijo alguien hace poco más de un año, que si yo tenía problemas con la Iglesia, a lo que respondí que ninguno., pues la IGLESIA, la que de verdad importa, la que divulgó hasta su muerte Jesús, no es otra que la IGLESIA DEL HOMBRE, ni la jerarquía, ni la del templo, ... sólo la del HOMBRE, escrita con mayúsculas, la del hombre y la mujer de la calle, y en cuanto nos apartamos de ella, flaco favor hacemos y nos hacemos llamándonos cristianos.


Todos cometemos errores, claro está, unos los reconocemos, otros no. Pero la Iglesia, esa que se apodera en toda su magnitud y propiedad, hasta del alma del HOMBRE, me temo mucho que con decisiones y posturas dictatoriales y nicolaitas, con los años, solo les quedará como antaño algún que otro beato o beata que a cambio de unas monedas (¿a qué me suena?) crean conseguir una indulgencia que les proporcione un cachito de cielo y unas cuantas (supuestas) oraciones por su alma, el día que abandone este valle de lágrimas y entonces quizás, la historia desgraciadamente, se vuelva a repetir.

Pero no quisiera terminar estas "elucubraciones", sin mentar a los auténticos discípulos de Jesús, esos que hace años quiso callar la "iglesia", aquellos que viven la necesidad, la enfermedad o incluso la muerte con los más necesitados del mundo, esos misioneros peregrinos por la tierra deprimida que van llenando el ALMA de aquellos de consuelo, mientras en muchas de las ocasiones, reparten su escaso pan y su cuenco de agua con los que les rodea ( ¿a qué y quien me sonará esto?) dejándose la vida en una verdadera labor pastoral y cristiana, haciendo ver a los que les rodea, cómo fue, vivió y el mensaje que, de esperanza les dejó Jesús en los escasos años en que anduvo entre nosotros.





Hoy que se acerca el Día de las Misiones, vaya por ellos mi elucubrante mensaje de apoyo, así como a aquellos luchadores que dentro y fuera de la "Iglesia" hacen cuánto está en sus manos por seguir la senda y la forma de vida que Jesús nos enseñó.




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