lunes, 21 de marzo de 2016

ESTE LUNES SANTO, SÍ SERÁ MUY ESPECIAL



Este Lunes Santo, debía de ser un día especial. Y lo es, o sería, o no será, según se mire.

Digo esto, porque hoy, en que cumplo 56 años y más de cuarenta de hermano de la Hermandad del Stmo. Sacramento del Altar y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús de las Misericordias, María Stma. de la Candelaria y Sta. Mujer Verónica, así estaba previsto que fuera.

Y a fe mía que lo será, aunque no de la forma que estaba previsto o sí.

Me explico.

Este año cumplo 43 Semana Santa desde aquella primera vez que vestí el Sagrado Hábito Nazareno, y que poco después cambié por la molía, pero no éste morado y marfil, sino aquél blanco de cola con cinturón de esparto, que identificaba, en aquellos humildes años, a los hermanos de fila de Ntra. Sra. de la Candelaria, el que, como una segunda piel, se pegó a mí, como se grabó en mi alma la cara de aquella Niña bonita de carita tostada por los humos de los cirios cuando contaba con 12 años.

Este año, junto a mi “HERMANO”, MI AMIGO, MI COMPADRE, Jerónimo Peña Rubio, “Miki” para su familia y amigos, que se había “cortado la coleta” como costalero de Nuestra Niña, tras más de treinta años bajo sus plantas y la de su devoción infantil, Ntra. Sra. de la Merced, por otro buen número de años, este año iba a volver a revestirme, junto a él con este nuevo, para mí, Sagrado Hábito.




Este año en que su hijo, mi ahijado, Jerónimo Abdó, llegado desde lejanas tierras etíopes, ya el pasado año tomara por primera vez el Cuerpo de Cristo, este año, tras varios vistiendo su túnica de monaguillo, cobijado bajo ese trozo sobrante de terciopelo que cubriera con su manto a la Reina de la Plata en antañas fechas, hecho forma de capín, por mi hermana Mari Carmen, para que jamás le faltara su protección, este año, iba a ver cumplido el deseo tanto suyo como de su padre, de vestir igualmente, junto a padre y padrino, su Sagrado Hábito.


Pero, por aquellas cosas del ser humano, no podrá ser así, aunque no quitará una pizca de especial al día, por más que el hombre intentara que así fuera, desdeñando los sentimientos de las personas por lo vil. Como dijo Aquél, “No se puede amar a dos señores”

Y para colmo y por más, si con esto no fuera suficiente, este año, mi hija Candelaria junto a mi yerno, se encuentra, como tantos jóvenes lejos de su casa, de su familia y amistades, de sus tradiciones y costumbres y, lo que es más doloroso, lejos de sus sagradas devociones.



Esas puertas, porque así lo han querido Ella y Él, el pasado año, se abrieron de par en par con muchísimo gozo y algarabía, para recibir, a esa gran persona, hijo, hermano, padre, cristiano, HERMANO, AMIGO, COMPADRE, “Miki”, dejando un vacío, o no, dentro de todos nosotros, aquellos que nos negamos a creer que se ha ido.

¡Pero, no!

Sabemos que no se ha ido, que no nos ha abandonado. Porque quienes le conocimos, compartimos, y vivimos junto a él, aún le sentimos. Sabemos que está aquí, porque él no puede soltar la mano oscura de ese hijo suyo, al que se aferró teniendo pocos años y al que jamás dejará de estar unido.

Por todo esto, este año, que debiera ser especial, ¡SÍ LO SERÁ!

Porque sé que “Miki”, está con nosotros, porque sé que verá como revisto a su hijo, de ese Sagrado Hábito que tanta ilusión le hacía vestirlo, porque verá a su hijo cogido de la mano de su “prima” Mari Carmen, hacer la estación penitencial, cerquita de Su Madre, y además sé que lo verá, muy cerquita de nosotros, bien al lado de su hijo, o sentado en el regazo de Ella, desde donde orgulloso, irá contándole las peripecias de su bien amado hijo en este especial día para todos.

Y yo desde detrás de su manto, o acercándome al lado de mi ahijado, sentiré junto a mi hermana mayor, la presencia de las ausencias, porque es así como debe de ser, para que el día sea suficientemente especial, porque hay motivos más que sobrados.

Día especial, de añoranzas y de alegrías, de llantos y risas, especialmente infantiles, de ese revoltillo que quiero con locura y que sé que cumplirá con su sueño de vestir la túnica y hacer completa la Estación de Penitencia junto al resto de hermanos de la que es desde que pisó estas tierras, “su hermandad” y “sus devociones”.

Compare, ya todo está preparado, te esperamos a nuestro lado.

Un beso, un abrazo, como antaño en aquél patio o azotea a pocos minutos de ponernos bajo Ella, este año, este día, SÍ hay motivos sobrados, para que los cinco, lo hagamos, junto a Ellos, UN DÍA INOLVIDABLE Y QUE PERDURE EN LA MEMORIA DE QUIENES ASÍ LO SENTIMOS.


Nuestro Padre Jesús de las Misericordias, María Santísima de la Candelaria…
ROGAD POR TODOS NOSOTROS.
21 de marzo de 2016

LUNES SANTO